Centro de Artes y Oficios Campesinos / Esteban Barth Mejía

Autor: Esteban Barth Mejía
Universidad: Universidad Pontificia Bolivariana, Sede Medellín
Curso: Taller Vertical Configuración de lo Rural
Año: 2018
Reconocimientos: Mención de Honor Mejor Proyecto del Curso, Nominación por parte de UPB para participar en RIBA President’s Medals.

Descripción del proyecto enviada por el Autor.

El Centro de Artes y Oficios Campesinos fue formulado a inicios del 2018, cuando los procesos de paz, y la culimnación del mismo, estaban a flor de piel. Ubicado en Marinilla, un municipio fuertemente golpeado por la violencia en las montañas del oritente antioqueño. Se planteó entonces un espacio donde convivieran campesinos de la zona, artistas visitantes y reinsertados de la guerrilla, donde la arquitectura ejerciera como un elemento articulante en el proceso de reirserción de los excombatientes, a las zonas rurales donde, al fin y al cabo son sus orígenes familiares.

UNA REFLEXIÓN SOBRE LA RURALIDAD EN COLOMBIA

La ausencia cambia la percepción de muchos aspectos de la vida cotidiana, cómo ver, cómo sentir, cómo tocar, cómo escuchar… Volver al lugar del que se tuvo que marchar nunca es fácil, y más aún cuando lo que se dejó tiene una carga emocional importante. La vida en el campo está siempre acompañada del paisaje, la forma en la que se relacionan los campesinos con éste (el paisaje) trasciende a lo netamente visual; lazos sentimentales se crean con lo aparentemente mundano, una flor, un árbol, un pájaro. Los sentidos se agudizan. Con este proyecto se pretende (re) evocar esos lazos sentimentales de los campesinos que tuvieron que dejar sus hogares buscando refugio, comprender de nuevo que el paisaje no sólo se observa, sino se que toca, se huele, se come, se recorre.

El proyecto estaría ubicado dentro de una gran propiedad llamada “Parque de las Artes y la Cultura”, del artista antioqueño Don Leobardo Pérez. La idea de este proyecto territorial es crear un paisaje físico de acuerdo a los imaginarios culturales, enfocados al arte y la cultura del municipio.

El proyecto, desde el origen del programa, está pensado para que varios tipos de usuarios, de contextos muy distintos, puedan compartir un mismo espacio. Este protecto tiene su fundamento en que los diferentes usuarios experimenten en paisaje de diferentes maneras. El campesino tiene una forma particular de relacionarse con el paisaje, de la misma manera lo hacen el artista y el reinsertado. Basándose en esas diferentes experiencias del paisaje, se plantearon una serie de “dispositivos espaciales”, para observar, sentir, probar, oler y escuchar el paisaje. Esos dispositivos facilitan que los usuarios se “pongan en los zapatos del otro”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *