Casa VV / ALSE Taller de Arquitectura

Diseño: ALSE Taller de Arquitectura
Ubicación: San Jerónimo, Antioquia, Colombia
Arquitectos a cargo: Alejandro Henao Mejía y Sebastián Monsalve Yepes
Equipo de arquitectura: Giancarlo Barazzutti Ospina, Juan Pablo Valdés y Tomás Medellín Paternina
Equipo Técnico: : Diseño estructural: Concreacero / Diseño eléctrico: Ernesto Calle / Diseño Hidrosanitario y Gas: Iván Solano / Construcción: ALSE Taller, Wilmar Hoyos y Piscinas MG
Fotografías: Isaac Ramirez
Año: 2019
Área: 410 m2
Estado: Construida

Casa de recreo localizada en San Jerónimo, un municipio a una hora de Medellín con un paisaje predominante de bosque seco tropical y un clima cálido. La casa se localiza en la parte más alta de una montaña lo que posibilita la integración del paisaje cercano y lejano con el interior a través de amplios ventanales.

La volumetría está compuesta por dos cubos alargados superpuestos en sus extremos que generan un volumen de ladrillo de doble altura en su intersección. Este volumen cumple funciones bioclimáticas de captación de aire a través de calados en fachada que luego es distribuido naturalmente hacia los demás espacios de la casa.

En el volumen doble altura se resuelven las zonas sociales y de servicio de la casa, al igual que la circulación vertical con una escalera que conecta dos corredores, uno en el primer piso que distribuye hacia 3 habitaciones de huéspedes rematando en un patio interior, y otro en el segundo piso que distribuye a 3 habitaciones familiares.

Nivel 1
Nivel 2

El volumen superior se proyecta sobre el paisaje del valle generando un espacio sombrío de transición entre el interior y el exterior. Este espacio permite una adecuada integración entre las actividades que se desarrollan al aire libre en torno a la piscina y lo que sucede al interior de la casa.

La casa recibe su nombre gracias a la estructura metálica que la soporta la cual forma dos V que perfilan el volumen superior con ángulos agudos proyectados al paisaje del valle. En la etapa de diseño se realizó un gran esfuerzo por conservar el protagonismo de la estructura dejándola expuesta con un color negro que generara contraste con el blanco de los muros y delineara las aristas.

Todos los volúmenes bordean una piscina que funciona como espejo de agua reflejando la casa, la vegetación y el perfil de la montaña. Durante las noches, algunos mosaicos de la piscina desprenden luz de manera aleatoria generando la sensación de pequeñas estrellas, estos son acompañados por chorros de agua laminares que desprenden líneas de luz como complemento a la composición lumínica de este espacio. El volumen doble altura del acceso tamiza la luz interior por los calados de la fachada dando la sensación de un faro en la oscuridad.

Galería del Proyecto